Docente busca desarrollar prototipo de kit para la cuantificación de carga parasitaria para Chagas
Un proyecto Innova UV, de la convocatoria Lichen Challenge “Un ecosistema para la maduración de tecnologías”, se adjudicó la profesora Gloria Pino, docente de la Escuela de Medicina, para el desarrollo de un prototipo modelo de kit para la cuantificación de la carga parasitaria para la enfermedad de Chagas.
La Enfermedad de Chagas (ECh) es una patología emergente a nivel mundial que puede permanecer toda la vida con un potencial riesgo vital debido a sus complicaciones. Es producida por el protozoo T. cruzi, y se considera endémica en Chile. Su principal mecanismo de transmisión es vectorial, situación interrumpida en nuestro país.
La transmisión vertical, es la de mayor relevancia en la actualidad, estimándose que 16170 mujeres en edad fértil (Datos 2020, Registro Programa Nacional de Enfermedad de Chagas) , deberán realizarse el examen. La presencia del protozoo, sus parasitemias y las invasiones tisulares, producen daño continuo y sistemático en diferentes órganos y tejidos reconociéndose dos fases: aguda y crónica determinada e indeterminada en el desarrollo de la ECh.
La profesora Pino sostiene que “se estima que en Chile, alrededor de 120.000 personas serían portadoras de T. cruzi, muchas de ellas sin saberlo. La última encuesta nacional de salud (ENS 2016-2017) reporta una prevalencia de seropositividad IgG para ECh de 1,2% en la población general, valor mayor a la encuesta anterior del año 2009-2010 con 0,7%, y continúa siendo mayor la prevalencia en zonas rurales (2,3%) comparado con 1,1% en zonas urbanas.
Durante el año 2020, fueron ingresadas 8057 gestantes, de las cuales 2984 fueron primigestas que se realizaron el examen por primera vez dando positivo 320, mientras que 5073 corresponden a mujeres en control. De acuerdo con los datos de 2020 del Minsal, la cobertura diagnóstica en la población gestante no alcanza a cubrir el 50% en algunas zonas.
“Por ello, existe un gran desafío en cuanto a la detección temprana que permita disminuir el riesgo de traspaso de la enfermedad y tratamiento oportuno en caso de los recién nacidos. La patología se diagnostica principalmente mediante quimioluminiscencia como técnica de tamizaje e IFI IgG, como técnica de confirmación, las que resultan de menor especificidad y sensibilidad que la técnica propuesta, reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (qPCR). Implementar un protocolo de detección de Chagas por qPCR permitirá acortar los tiempos de diagnóstico así como cuantificar la carga parasitaria dada la mayor especificidad y sensibilidad de la técnica en relación a lo que se realiza en la actualidad. Se sumaría una detección temprana que permita disminuir el riesgo de traspaso de la enfermedad y tratamiento oportuno en caso de los recién nacidos y otros pacientes”, señala.
Y agrega que se podrán tener antecedentes inexistentes de nuestra región, que si bien es zona endémica, no cuenta con esta técnica para este fin. Una vez conocida esta información, se podrá identificar la dinámica de la carga parasitaria de los pacientes y así apuntar al objetivo definido en la Norma General Técnica de Control y Prevención de la Enfermedad de Chagas del MINSAL que busca evitar la progresión de la enfermedad, mediante la disminución de la carga parasitaria de T. cruzi y mejorar la calidad de vida futura de los pacientes.