CIESAL aporta evidencia activa y permanente ante Covid-19
Diversos aportes de medicina basada en evidencia ante el virus Sars Cov-2 y el Covid-19, ha realizado el Centro Interdisciplinario de Estudios en Salud (CIESAL) en el que participan investigadores de las escuelas de Medicina, Odontología y Obstetricia y Puericultura. Así fue dado a conocer en el encuentro “Centros de investigación y Covid-19” que organizó la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Valparaíso.
Adrián Palacios, vicerrector de Investigación de la Universidad de Valparaíso dio la bienvenida al encuentro en el que valoró “esta instancia que permite compartir experiencias y buenas prácticas y generar vínculos entre los 21 centros de investigación”.
Por parte de CIESAL, la Dra. Eva Madrid precisó que los investigadores del centro han generado evidencia en cuatro áreas: postulación de proyectos, generación de colaboración internacionales, generación de evidencia secundaria e iniciativas de difusión.
Como proyectos presentados al concurso ANID COVID-19, Eva Madrid mencionó el de Impacto clínico de distintas estrategias terapéuticas en una cohorte de pacientes con neumonía por Sars Cov-2 en 9 hospitales chilenos (no adjudicado); el Seguimiento de complicaciones postoperatorias en contexto de pandemia por Covid-19, estudio de cohorte prospectiva (adjudicado); y la Prevalencia del síndrome híper-inflamatorio en pacientes con Covid 19 y su relación con alteraciones en distintos órganos como el sistema nervioso central (no adjudicado).
Asimismo, detalló que han generado colaboraciones en un Working Group, integrado por Chile, Colombia, España, Argentina, Noruega, México y Ecuador, cuya misión es responder preguntas emergentes sobre Covid-19 en tiempos reducidos, para aportar evidencia a clínicos y a los tomadores de decisión.
“A medida de lo que iba saliendo, desde el equipo de investigadores y en el debate público, se plantearon diversas preguntas clínicas. La Universidad de Valparaíso tomó seis de ellas: el uso de antiinflamatorios no esteroidales, el uso de inhibidores de enzima convertidora de angiotensina y antagonista del receptor de angiotensina, Covid-19 y resultados de embarazo, uso de mascarillas no convencionales para prevenir el contagio por Sars Cov-2, el uso de macrólidos (antibióticos) y transmisión de Sars Cov-2 a través de la lactancia materna”, dijo.
El grupo publicó un protocolo común para generar revisiones sistemáticas vivas, es decir, desde que surge el planteamiento de una pregunta clínica, luego un equipo busca y criba la evidencia y se realiza una síntesis de conclusiones, cuando es posible. Posteriormente, se difunde a través de un blog y redes sociales, a los clínicos y a los tomadores de decisión y, finalmente, se envía a publicación. Así fuimos aportando evidencia de manera activa permanente”, detalló.
Actualmente hay cuatro revisiones publicadas, dos aceptadas para publicación y una enviada a la prestigiosa revista British Medical Journal.
Como impacto en las políticas públicas, señaló que la publicación del remdesivir de la UV a través del Working Group fue la primera que apareció y fue mencionada como evidencia por el Ministro de Salud, en un informe diario de julio, ante la decisión de la autoridad sanitaria de no adquirir el medicamento para nuestro país.
Madrid comentó también que el investigador Nicolás Meza se unió a una red mundial de Estudiantes por la Mejor Evidencia (Students 4 Best Evidence), iniciativa de transferencia del conocimiento que integra la evidencia en salud, la traduce y la difunde por las redes sociales que emplean los estudiantes de la salud.
“Otra iniciativa de difusión es la participación de dos investigadores del centro -Álvaro Ardiles y Mariane Lutz- en la red de investigación en envejecimiento del CUECH, quienes publicaron recientemente un documento sobre personas mayores y Covid-19”, agregó.
Destacó la participación activa de internos e internas de medicina y estudiantes de postgrado en la revisión y generación de evidencia.
Finalmente, la doctora Madrid agradeció a las y los investigadores, a internos/as y residentes y a las y los académicos jóvenes que se han dedicado a supervisar y trabajar permanentemente con los grupos de estudiantes que iban cribando y procesando la evidencia. “Estamos muy contentos de haber dado nuestro granito de arena durante la pandemia”, expresó.