Expertos en salud abordaron la experiencia comparada de Brasil y Uruguay en la gestión sanitaria de la pandemia
La gestión sanitaria desde la experiencia comparada de Brasil y Uruguay fue el tema de conversación del quinto encuentro del Ciclo “La gestión en salud en tiempos de pandemia” organizado por el Magíster en Salud Pública de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
En él participaron la Dra. Elyne Engstrom, médica con Doctorado en Salud Pública, coordinadora del Magíster en Salud Pública de la Escuela Nacional de Salud Pública de Fiocruz Rio de Janeiro, y el Dr. Gilberto Ríos Ferreira, doctor en medicina, Máster en Políticas y Gestión de Salud, ex director de Relaciones Internacionales y Cooperación del Ministerio de Salud Pública de Uruguay. El encuentro fue moderado por la Dra. María Elizabeth Guerra, docente de la Escuela de Medicinay académica del programa.
Ambos panelistas explicaron cómo está conformado el sistema de salud en sus respectivos países, para comprender cómo se abordó la gestión en salud ante la pandemia.
El caso de Uruguay
El doctor Ríos dio cuenta del contexto político vivido en Uruguay cuando comenzaron los primeros casos de Covid 19 en ese país. Señaló que se encontraban en una etapa de transición política desde noviembre luego de tres periodos sucesivos de gobierno de izquierda. No obstante, estando el Ministerio de Salud Pública aún bajo la responsabilidad del gobierno saliente, adopta medidas que derivan en preparar la vigilancia activa, detección precoz, aislamiento y manejo de casos, y seguimiento de contactos con el objetivo de reducir la infección y prevenir la transmisión secundaria y propagación internacional.
Para ello se diseñó un plan de contingencia, de acuerdo a la evolución del virus en ese momento y al conocimiento del mismo. Se estableció una comunicación activa con todos los prestadores del Sistema Nacional de Salud, alertando a todos los prestadores y orientando acerca de las primeras medidas de prevención y atención.
El 13 de marzo se confirmó el primer caso de Covid 19 en Uruguay. Al 22 de julio se han realizado 95.156 test y se han confirmado 1117 casos, 34 fallecidos y una incidencia acumulada de 31,63 casos por cien mil habitantes. A excepción de seis brotes claramente identificado, se observa un comportamiento estable en el número de casos identificados por día.
Medidas preventivas
Como medidas adoptadas para enfrentar la pandemia destacó la cuarentena voluntaria, cierre de cursos de educación escolar y universitaria, prohibición de actividades deportivas y culturales que implicaran aglomeración de personas, adelanto de licencias médicas, teletrabajo, seguro de desempleo, cadena de alimentación básica. Desde el punto de vista sanitario: higiene de manos, uso de mascarilla, protección para el personal de salud, medidas para aumentar el testeo por PCR. Se suspendieron las cirugías excepto las oncológicas y de urgencia y se amplió el cupo de camas de cuidados intensivos.
De acuerdo a lo expresado por el doctor Ríos, los resultados obtenidos se atribuyen a “un sistema de salud accesible y de cobertura universal con un amplio despliegue en el territorio, y con una disponibilidad de recursos humanos, camas y equipamientos acordes a una población y a las realidades sanitarias”.
Agregó que “la reforma de la salud fortaleció la capacidad de rectoría del Ministerio de Salud y su desarrollo territorial con una fuerte impronta en la vigilancia epidemiológica. Asimismo, se estimuló el desarrollo del primer nivel de atención conformando una amplia red de servicios, con foco en un territorio determinado y que acerca al sistema de salud a la población”.
Esto, asociado a una amplia conectividad del país, facilitó la telemedicina, la consulta y seguimiento telefónico de los casos y contactos limitando la atención hospitalaria para los casos complejos. El 87% de los casos confirmados se resolvieron a nivel comunitario.
Destacó además el desarrollo de un test de diagnóstico molecular para detectar el SARS CoV2, metodología que fue transferida a los institutos de investigación, hospitales y laboratorios universitarios en todo el país, creando una red de laboratorios Covid-19. Junto con ello, la implementación de una vigilancia epidemiológica activa, siguiendo la estrategia de testear-rastrear-aislar.
La situación de Brasil
Por su parte, la doctora Elyne Engstrom se refirió a la necesidad de asociación entre países para una respuesta rápida a las emergencias. Citó como ejemplos los casos de la vacuna de Oxford - Fiocruz (para testeo y producción) y la vacuna China – Instituto Butanta (Sao Paulo-Brasil) y laboratorios privados.
Explicó que el Sistema Único de Salud público (SUS) y universal de Brasil, brinda el derecho a la salud gracias al movimiento de la salud de hace 30 años. La red del sistema único de salud abarca acciones y servicios de atención primaria, de media y alta complejidad, vigilancia epidemiológica y ambiental y asistencia farmacéutica.
Como contexto dijo que con una población de más de 210 millones de habitantes, la atención primaria tiene un 70% de cobertura de la población. Brasil es una república federativa formada por la unión de 26 estados, más de 5 mil municipios y el distrito federal.
Engstrom dijo que ha habido problemas de financiamiento del SUS, ante las desigualdades sociales y regionales y a la baja integración de la red de atención de salud.
Brasil alcanzó los 3 millones de casos confirmados y cien mil muertos al 8 de agosto. “A pesar de ello, el gobierno ha argumentado que el país tiene una de las tasas de mortalidad por millón de personas más bajas entre las principales naciones. Pero la tasa de Brasil está entre las peores del mundo y, como las muertes continúan a un ritmo elevado, Brasil está empeorando en este ránking”, dijo la doctora Engstrom.
Agregó que hoy hay una negación de la visión de la reforma sanitaria (SUS) y de la ciencia, lo que se reflejó con el uso de la cloroquina. La crisis del SUS ha repercutido en la integración de servicios, gestión del inventario de medicamentos y el uso de camas hospitalarias.
De igual forma, la crisis mundial causada por la pandemia revela una serie de contradicciones y fragilidades que han llevado a Brasil a depender de importaciones para equipamiento de seguridad para el personal de salud, medicamentos y test de diagnóstico.
“Brasil es hoy un país más frágil tanto en el acceso a las tecnologías de la salud como en cuanto a la pérdida de protagonismo en América del Sur y el mundo, debido a la aplicación de políticas neoliberales. La vulnerabilidad es el resultado de una visión política con recomendaciones contradictorias y tensiones sobre Covid 19”, expresó.