Escuela de Medicina inaugura huerto medicinal intercultural en Campus San Felipe
Buscando avanzar en el reconocimiento de la cosmovisión y salud intercultural como una herramienta para potenciar el abordaje de una atención del proceso de salud-enfermedad con pertinencia cultural, la Escuela de Medicina desarrolló la creación colectiva de un huerto medicinal intercultural en el Campus San Felipe.
Para ello contó con la colaboración de Escuela de Tecnología Médica, el Programa Especial de Pueblos Indígenas del Servicio de Salud Aconcagua, Organizaciones de Pueblos Originarios, el Hospital Psiquiátrico Dr. Philippe Pinel y Conaf, y la participación de cerca de 50 personas, pertenecientes a centros de salud familiar, colegios, comunidad universitaria y juntas de vecinos.
El proyecto de construcción del huerto comprendió cuatro sesiones teórico-prácticas, donde los alumnos aprendieron acerca de medicina botánica, cosmovisión, antropología del otro, cuidados de la tierra y plantas, para finalizar con la plantación de las hierbas y montaje del huerto.
En la ceremonia de inauguración del huerto, la jefa de carrera de Medicina, doctora Ana María Julio, señaló que “desde hace siglos los paradigmas en salud han estado permeados por el conflicto entre la biomedicina como práctica médica hegemónica y las medicinas populares, tradicionales y alternativas como prácticas subordinadas. Como Escuela de Medicina valoramos el pluralismo, la diversidad y la interacción entre los pueblos originarios y culturas de distintas nacionalidades, reconociendo su cosmovisión y abordaje en el proceso salud-enfermedad-atención. Ello nos permite avanzar en la transmisión de experiencias ancestrales, con el fin de construir una práctica médica más inclusiva y respetuosa del saber popular y tradicional”.
Y agregó: “es así como el huerto medicinal intercultural que hoy inauguramos, representa un momento histórico en nuestro desarrollo como escuela, pues en dicho proyecto confluyeron de forma simétrica, distintos campos de conocimientos, prácticas y costumbres de distintos actores: estudiantes, docentes, funcionarios, profesionales, personas de la comunidad, pueblos originarios y organizaciones de la sociedad civil".
Juan Vielma, facilitador intercultural del Cesfam de Santa María, colaboró durante el proceso de construcción colectiva del huerto medicinal transmitiendo parte de la sabiduría ancestral y cosmovisión mapuche a los participantes. “Mi compromiso es llevar adelante y mantener lo que tiene que ver con nuestra medicina. La importancia de la interculturalidad en salud, hoy día nos lleva al encuentro de dos sistemas diferentes. Tiene que entenderse la interculturalidad como la capacidad de movernos todos dentro de distintas culturas. Nuestra cosmovisión como pueblo mapuche le da un sentido a la salud indígena, a la naturaleza, los ancestros y los espíritus. Hemos avanzado pero falta poder darle un enfoque intercultural a la salud”, sostuvo.
Junto con agradecer la oportunidad, invitó a seguir trabajando y dialogando para lograr una real la integración de los saberes de la cultura indígena en los estudiantes de pregrado.
En representación de los alumnos del taller, Judith Silva, profesora del Colegio Alemán de San Felipe, agradeció la oportunidad de participar del proyecto que “abre puertas que nos llevan a soñar en un mundo mejor, a considerar a nuestros antepasados como sabios en muchos aspectos, aprender que para cada malestar hay una alternativa o una respuesta en la propia naturaleza y creer que en la prevención está la clave de tener una mejor salud”.
“Personalmente he podido llevar esta práctica a mi lugar de trabajo, motivando tanto a niños como a toda una comunidad en esta tarea de incorporar las plantas en nuestra vida cotidiana”, expresó.
Para finalizar, Juan Vielma y los asistentes al taller del huerto plantaron el árbol sagrado del pueblo mapuche, el canelo, con una ceremonia que fue guiada por el facilitador intercultural.