Diversos temas que apuntan a la pesquisa temprana de la infertilidad fueron abordados en la I Jornada de Medicina Reproductiva que organizó la Escuela de Medicina Campus San Felipe. El encuentro contó con la participación de destacados especialistas nacionales convocados por el docente coordinador del Integrado de Reproducción Humana y director de la jornada, Dr. Cristian Gálvez.
La jornada convocó a estudiantes, internos, docentes de diversas carreras del Campus San Felipe, funcionarios de APS, especialmente matronas y médicos de familia y gincólogos/as del Valle.
“Estamos muy conformes con la calidad de las presentaciones, pudimos contar con el apoyo de los principales expertos a nivel nacional en las distintas áreas que tuvimos durante la jornada abordando la medicina reproductiva con énfasis en la pesquisa temprana, en la consejería y en darle la relevancia que requieren los temas de medicina reproductiva en la vida de las parejas”, señaló.
La jornada contó con presentaciones como: “Evaluación del enfoque reproductivo de la función ovárica” por el Dr. Rodrigo Carvajal; “Rol de la ecografía en medicina reproductiva”, por el Dr. Nelson Burgos; “Rol de la cirugía en medicina reproductiva” por la Dra. María Inés Luco; “Evaluación y manejo del factor masculino”, por el Dr. José Vinay; “Manejo de la paciente con reserva ovárica baja” y Genética y reproducción”, por el Dr. Mauricio Mondión; Experiencia de la Clínica de Reproducción Humana con tratamiento de baja complejidad”, por la Dra. Verónica Chamy; y “Endometriosis y reproducción” por el Dr. Aníbal Scarella.
En la ocasión el doctor Scarella realizó un homenaje a la doctora Chamy por el éxito del tratamiento de baja complejidad en la Clínica de Reproducción Humana en estos 14 años, y que hoy ya es una política pública a nivel nacional.
De proyecto piloto a política pública
El tratamiento baja complejidad nació de un proyecto piloto que desarrolló la Universidad de Valparaíso con el Hospital van Buren, a través de la Clínica de Reproducción Humana (CRH), liderado por la doctora Verónica Chamy, quien acudió hasta el director de Fonasa de la época para solicitar financiamiento para el proyecto.
Hoy, en CRH, una de cada cuatro a cinco parejas logra un embarazo que llega a ser recién nacido vivo después de tres ciclos (cada ciclo es un mes de tratamiento).
“Es un resultado muy bueno, ya que si bien está por debajo de la fertilización in vitro (resultado de 30 a 35%), el de baja complejidad, desde el punto de vista de infraestructura, estrés y todo lo que significa para la paciente, es mucho menor”, dijo la doctora Chamy.
Agregó que hay factores predictivos de buen pronóstico para este tipo de tratamiento con son: mujer menor de 35 años, que esta tenga un índice de masa corporal normal o con leve sobrepeso, con reserva ovárica, trompas permeables y que los espermios de la pareja sean de buena calidad.
“Eso, en nuestra población actual no son muchos, porque la mujer se quiere embarazar tarde, llegan después de 35 años en que la reserva ovárica es mala, tenemos un 60 a 65% de obesidad en nuestra población y en los hombres, por otro lado, también hay factores que están influenciando su espermiograma: el estrés, la marihuana, el tabaco, el alcohol, la contaminación. Todo eso puede afectar la calidad espermática porque aumenta el estrés oxidativo”, aclaró.