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Acreditada pregrado

7 años por la CNA 

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Economista explicó el complejo escenario que viven las aseguradoras privadas de salud y su inminente quiebra

16 Ene 2023

Un panorama poco alentador para las aseguradoras privadas de salud, como son las Isapres, evidenció el economista con amplia experiencia en el sector salud, David Debrott Sánchez. 

El también columnista de Ciper Chile ofreció la conferencia “Isapres, una bola de nieve financiera”, invitado por el Magíster en Salud Pública mención Gestión en Salud de la Escuela de Medicina UV, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, la que fue comentada posteriormente por el profesor de Medicina UV, Mario Parada Lezcano. 

Debrott explicó que la regulación por ley del sistema de Isapres, le otorga mecanismos de monitoreo a la Superintendencia de Salud que se basan en tres indicadores: estándar de patrimonio, estándar de liquidez y estándar de garantía. Con esos tres indicadores la superintendencia va monitoreando “el estado de salud del sistema”.

Ante el aumento de los costos de la industria, desde septiembre de 2021, las Isapres han solicitado liberación de garantías y la superintendencia ha aceptado prácticamente el ciento por ciento de estas solicitudes para el pago de deuda de prestaciones, reembolsos y licencias médicas.

“Los datos a noviembre de 2022 suman 556 mil millones de pesos de liberación de garantías, lo cual constituye una crisis brutal a nivel financiero. El problema es que la situación se agrava cuando se hace eso. Si se hubiese atajado a tiempo, hubiese afectado a algunas empresas o Isapres, hoy afecta a prácticamente todas”, sostuvo.

Cabe mencionar que este escenario no refleja aún el reciente fallo de la Corte Suprema, que determinó que las Isapres deberán aplicar a sus afiliados la tabla de factores dictada por la Superintendencia de Salud de diciembre del 2019, junto con ordenar la restitución de los cobros en exceso una vez se implemente la adecuación. Según Debrott esto va a generar un problema con el estándar de patrimonio, de liquidez y de garantía.

¿Cuáles son los pasos siguientes en caso de quiebra de una Isapre?, se preguntó. “Primero esta debe presentar un plan de ajustes y contingencia. Si eso no funciona, la Superintendencia nombra un administrador provisional que nuevamente debe presentar un plan de ajustes. Si esto tampoco funciona, se intenta licitar la cartera de la Isapre. Y si no se logra, la superintendencia tiene que enviar a los beneficiarios al Fonasa”, detalló el economista.

Para evitar una fuga masiva -dijo- la única herramienta sería congelar la cartera para que los beneficiarios no se vayan y con ello desestabilicen aún más el sistema y hagan caer los ingresos de la Isapre. “Es decir, quedan en un corralito, decisión que políticamente es muy impopular”, agregó.

Los cotizantes que no tengan preexistencias pueden contratar un plan con otra Isapre, lo que puede ocurrir a precio más caro; otra opción es cambiarse a Fonasa con las condiciones de sistema público de salud con un seguro complementario, ya que Fonasa no puede recibir cotizaciones adicionales a lo que establece la ley (7%).

“En tanto, las personas que tienen preexistencia -cerca del 40%- están cautivas y no se pueden cambiar a otra Isapre, porque no le van a vender planes o serán demasiado caros para contratarlos”, indicó.

Fonasa tampoco podría recibir la cartera de una o varias Isapres en quiebra, porque no tendría capacidad de garantizar las atenciones en el sistema público (especialmente las patologías GES). De esta forma “la crisis financiera se puede transformar en una crisis sanitaria”, sostiene el especialista.

Propuestas de corto plazo

Dentro de las propuestas, David Debrott plantea realizar una modificación pequeña de las facultades de la Superintendencia que permitiría enviar los beneficiarios y sus contratos a Fonasa, para que puedan mantener el contrato (7% más cotización voluntaria).

Y otra modificación a Fonasa, que permita la creación de otro grupo en el fondo de salud -fondo E- para la llegada de los beneficiarios y sus contratos. Junto con ello, sería necesario permitir a Fonasa recibir cotizaciones voluntarias.

Adicionalmente, permitir a Fonasa que gestione los contratos privados para mantener los convenios con los prestadores privados. Eso ayudaría a resolver la crisis en el corto plazo, ante una situación inminente que entre una o más Isapres en situación de insolvencia.

David Debrott sostuvo que la solución no es que esas personas recurran al sistema público, ya que éste no daría abasto, sino que mantengan el contrato y se sigan atendiendo en el sistema privado. “No es una solución permanente, pero permitiría, en el corto plazo, resolver una situación que, en forma abrupta ingrese un número importante de beneficiarios que no va a poder atender el sistema público y tampoco podrá acceder al privado por estar en Fonasa”, manifestó.

Paralelamente, dijo, hay que trabajar en la reforma al sistema de salud.