Un total de 78 estudiantes de primer año fueron investidos con el tradicional delantal blanco y la piocha que los identifica con su nombre, en la ceremonia académica de Medicina – Casa Central.
El acto fue encabezado por el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Orellana Tobar; la directora de la Escuela de Medicina, Catherine Soto Faundes; el jefe de Carrera Medicina-Casa Central, Cristian Papuzinski Aguayo; y en representación del Centro de Estudiantes de la Carrera de Medicina Casa-Central, las alumnas, Catalina Martínez Braun y Allison Lizama Albarrán.
En su discurso, el decano Antonio Orellana expresó a las y los alumnos de primer año que “en el estudio de esta profesión nos encontraremos con la ciencia, con lo humanístico, lo ético y lo cultural. Lo humanístico, ya que buscamos formar intelectuales equilibrados con mentalidad científica, pero a la vez con altura humanística. En la ética cuidaremos que el interés por la ciencia no pase nunca por sobre el interés del enfermo, y en lo cultural cuidaremos que la formación del médico sabio no impida la formación del hombre culto”.
Y agregó: “este acto que hoy protagonizan, si bien significa la aceptación de ustedes en este grupo, significa también una gran responsabilidad que deben tener con vuestros pares, maestros y especialmente con vuestros pacientes”.
Posteriormente, los alumnos de primer año Adolfo Lang, María Jesús Núñez, Ximena Olguín y Franco Tortorolo leyeron el Código de Honor de los Estudiantes de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Las y los estudiantes procedieron a firmar el código de honor y fueron investidos por parte de la directora de la Escuela y el jefe de Carrera con la entrega del delantal, piocha, bolso Institucional, credencial para campos clínicos, código de honor y el reglamento de estudios de la Escuela de Medicina.
En representación de la generación, las alumnas: Rafaella Fernández Ancic y Eloísa Girón Saavedra, entregaron unas palabras. “Estudiar medicina implica bastante sacrificio y ya lo hemos notado, pero es el camino que nos lleva a una maravillosa meta; ser médicos, salvar vidas, ayudar personas, modificar espacios con nuestras acciones”, dijeron.
“Pensar que seremos médicos de la UV es sin duda un orgullo, una universidad pública, de gran prestigio, una escuela de gran trayectoria que sigue ascendiendo. Esperamos cumplir las expectativas, promover la salud y prevenir la enfermedad como parte central de nuestro actuar, y ser un modelo para las siguientes generaciones”, agregaron.
Para finalizar la ceremonia, el jefe de Carrera de Medicina - Casa Central, Cristian Papuzinski, entregó un mensaje a las y los estudiantes investidos. "Decidir por la medicina es una opción individual que involucra a la sociedad en su conjunto, pues optamos por relacionarnos con nuestro medio, desde la posibilidad que la sociedad nos ha confiado quizás en una de las dimensiones más sensibles de la vida, como es alejarnos de la vida misma, el proceso de enfermar. Por lo tanto, debemos estar a la altura, con una postura que migre desde la individualidad hacia la colectividad con valores como la cordialidad, el respeto, la responsabilidad y la compasión, estos valores se ponen a prueba a cada segundo en la gran coyuntura histórica que nos ha tocado vivir de la mano de guerras, pandemias e inequidades sociales”, señaló.