Equipo de Medicina UV capacita a docentes de escuelas porteñas para prevenir trastornos mentales en niñas y niños
La iniciativa también considera la creación de una red estratégica de apoyo que involucrará a diferentes instituciones de Valparaíso.
Un equipo de especialistas e investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso comenzó a aplicar un innovador programa de intervención territorial multicomponente diseñado para que profesores de establecimientos educacionales públicos y otros actores claves puedan identificar, prevenir y derivar de manera temprana casos de trastornos mentales o secuelas psicológicas causadas por la pandemia u otras situaciones específicas que afecten a niñas y niños de enseñanza básica de esa comuna.
La propuesta, que se hace cargo de un problema que hoy impacta de gran manera a las comunidades educativas, debido a los cada vez más recurrentes casos de violencia y de agresiones protagonizadas a diario por alumnos, también considera la creación de una red estratégica de coordinación y apoyo que además involucrará al municipio, a los centros de la atención primaria y secundaria de salud, al Servicio Mejor Niñez y a otros organismos colaboradores presentes a nivel local.
Se trata de la primera iniciativa de este tipo en abordar de manera articulada este trascendental tema en Chile, lo que le valió la adjudicación de importantes recursos del Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS), en atención a su innegable contribución para mejorar el bienestar de los escolares, sus familias y la comunidad, mediante una serie de acciones y herramientas que serán construidas e implementadas en forma participativa.
Estás ultimas estarán a cargo de un equipo multidisciplinario de profesionales de la UV, conformado por psiquiatras infantiles, psicólogos, educadores, trabajadores sociales, ingenieros y técnicos, que a su vez contará con la asesoría de tres especialistas en salud mental infanto-juvenil pertenecientes a las universidades de Georgetown y de Maryland y a la Corporación RAND de Estados Unidos.
Preocupante realidad
Según sondeos realizados el año pasado, el 25% de las niñas y niños chilenos de entre cuatro y once años padece algún tipo de trastorno mental, porcentaje que a juicio de los especialistas es mayor en la actualidad debido a la pandemia. En efecto, a la fecha se estima que el 61% de los escolares está más reactivo emocionalmente, el 43% más desobediente y un 43% acusa problemas para dormir, entre otras dificultades.
De acuerdo con lo informado esta semana por la Superintendencia de Educación, solo entre enero y mayo de este año las denuncias por violencia dentro de diferentes centros educacionales en la Región de Valparaíso aumentaron un 39,2% respecto de igual período 2021, contabilizándose 231 casos de maltrato, de los cuales un 82% corresponde a agresiones físicas y psicológicas entre los propios escolares.
“A la luz de estos antecedentes, es claro que la importancia que ha adquirido la pesquisa temprana de los problemas de salud mental infantil es tremenda. En ese sentido, consideramos que el sistema escolar y en especial el de Valparaíso, que fue la primera comuna en traspasar la educación municipalizada al sistema general, es una instancia privilegiada para conocerlos, pero como no hay una red adecuada y coordinada para que eso suceda decidimos impulsar este proyecto que primero apunta a construir de manera participativa con profesores y otros actores clave un programa de alfabetización, para que ellos sepan qué son y cómo se pueden identificar los trastornos de salud mental infantil y posteriormente activar una red local de apoyo que se haga cargo de las situaciones detectadas y las derive, retomando así la línea del antiguo programa ECO Barrio Solidario”, precisó la directora del proyecto, académica de Medicina, doctora Eva Madrid.
Al respecto, la investigadora -que además dirige el Centro Interdisciplinario de Estudios en Salud de la Facultad de Medicina de la UV- precisó que la evidencia internacional y nacional disponible muestra que casi un tercio de las solicitudes de ayuda en este ámbito deriva de profesores de establecimientos educacionales, siendo los principales problemas los de orden escolar-disruptivo y emocionales. “De ahí la pertinencia e importancia de abordar este tema con los docentes y al interior de colegios, escuelas y liceos”, acotó.
Valoración
El programa de intervención para prevenir trastornos mentales en escolares de la Universidad de Valparaíso se inició en el Colegio Pablo Neruda, ubicado en el cerro Bellavista.
Allí los especialistas a cargo de su ejecución, en compañía autoridades locales, dieron a conocer a los profesores y representantes de esa comunidad educativa los objetivos, la metodología, las etapas y los alcances de esta iniciativa.
“Haber sido escogidos para la aplicación de este programa es para nosotros un tremenda oportunidad. Hoy los colegios estamos enfrentando muchas dificultades y esta instancia nos va a educar y re-educar en materia de salud mental para que podamos visibilizar a tiempo los casos que puedan estar afectando a nuestros alumnos. Tengo hartas expectativas de que logremos avanzar en soluciones, por lo que agradezco a la Universidad y a los especialistas que trabajarán con nosotros que nos hayan considerado”, comentó la directora del colegio Pablo Neruda, Evelyn Pérez, después de la presentación.
El subdirector de Procesos y Resultados Educativos de la Unidad de Apoyo Técnico Pedagógica del Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso (SLEP), Rodrigo Barrientos, afirmó que la propuesta es de gran relevancia. “Valoramos su puesta en marcha, especialmente por la contingencia y el contexto en el que estamos inmersos, después del retorno a la presencialidad tras la pandemia y como resultado de otras problemáticas que están afectando de manera severa a las escuelas públicas de esta comuna y del país en general. En particular, en lo relacionado con el estado socio-emocional que presentan muchos de los niños y niñas que se forman en ellas, por lo que sin duda valoramos que esta iniciativa contribuya a hacerse cargo de una situación extremadamente compleja”, dijo.
La iniciativa también será aplicada, en paralelo en otros tres establecimientos porteños: las escuelas República Argentina, Juan José Latorre y Jorge Alessandri.
Fases y resultados
Durante los primeros seis meses -a modo de plan piloto- el equipo de profesionales de la UV, junto a los especialistas extranjeros invitados, trabajará solo en dos de ellos, para después habilitar una plataforma en línea con cápsulas educativas en formato video. En los siguientes seis meses se aplicará el programa en esos establecimientos en forma cruzada, quedando los otros dos como instancias de control.
“Los resultados de este estudio nos permitirán obtener la información necesaria para evaluar la efectividad y validez externa de esta intervención multicomponente y, también, diseñar una suerte de guía clínica con recomendaciones que, con posterioridad, pueda ser aplicada en otros establecimientos de la comuna y en el resto del país. En definitiva, la idea es convertir a los profesores en agentes de promoción y prevención de la salud mental infantil, generando así -con la ayuda de otros actores clave- ambientes más seguros, inclusivos y sensibles a las necesidades de los niños y las niñas”, explicó la psiquiatra infanto-juvenil y directora alterna del proyecto, Fanny Leyton.
Asimismo, los especialistas involucrados se ocuparán de crear la red de apoyo y avanzar en temas como los tiempos de espera entre la derivación y la atención y otros elementos como el interés de los docentes y la satisfacción mostrada por los beneficiados y sus familias.
El equipo de profesionales que intervendrá en este programa que encabezan las doctoras Eva Madrid y Fanny Leyton, con el apoyo en calidad de coordinadora técnica de la educadora Ximena Velasco, lo integran los psiquiatras infanto-juveniles Marcelo Briceño, Bárbara Matamala, Danixa Venegas y Nicolás López; los psicólogos Karla Álvarez y Rubén Alvarado, y la trabajadora social Carolina Godoy. A ellos se sumarán los especialistas Héctor Parada y Marcela Horvitz, investigadores de las universidades de Georgetown y de Maryland, y Sharon Hoover, de Corporación RAND de Estados Unidos.