Otorgan el Premio Nacional de Medicina a la destacada neuróloga infantil Marta Colombo
La primera mujer en recibir este galardón formó y marcó a varias generaciones de especialistas en la Escuela de Medicina UV.
Médico cirujana titulada por la PUC, cuya formación de postgrado en Neuropediatría la realizó en la Universidad de Chile, la doctora Colombo exhibe una trayectoria de 54 años dedicada a la salud pública, durante la cual ha abordado con la misma energía y compromiso los ámbitos académico, de investigación y clínico.
En sus inicios como profesional, a partir de 1966, se desempeñó en el Hospital San Borja Arriarán junto al doctor Fernando Monckeberg, creador del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), donde se abocó a investigaciones centradas en la relación entre desnutrición y desarrollo cognitivo infantil, al tiempo que fue parte de quienes impulsaron un programa de alimentación complementaria en el rendimiento escolar.
Hasta 1993 fue jefa de la Unidad de Genética y Enfermedades Metabólicas del INTA y desde 1994 fue jefa del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso. En esta ciudad, en paralelo, y en calidad de docente ad honorem, se integró al claustro académico del programa de formación en Neurología Infantil de la Escuela de Medicina de la UV, del que fue parte por dos décadas.
Considerada por sus pares y alumnos como una auténtica pionera en su campo, a la doctora Colombo se la reconoce, además, por haber publicado más de cien trabajos científicos en revistas nacionales e internacionales. En 1999 coeditó el libro “Errores innatos de metabolismo del niño”, texto que hoy va en la cuarta edición, con casi mil páginas, 24 capítulos y la colaboración de 68 especialistas de nivel mundial.
Asimismo, ha recibido numerosas distinciones y becas, incluyendo el Premio Excelencia Académica, de la Sociedad Chilena de Pediatría; y la condecoración del Estado de Chile "Orden de la Cruz del Sur" por su contribución al desarrollo de investigaciones en el ámbito de la salud.
El Premio Nacional de Medicina se entrega de forma bianual y es un reconocimiento creado y entregado por los médicos a sus pares, buscando visibilizar la obra de los profesionales de la salud que han sobresalido en el área clínica o de salud pública y que, además, han tenido un rol destacado en docencia, administración académica o investigación.
Merecida distinción
Tras enterarse de la noticia de su designación como Premio Nacional de Medicina, el decano de la Facultad de Medicina de la UV, Antonio Orellana, felicitó a su colega y destacó la diversidad de sus aportes a la salud neurológica y metabólica de la población infantil de Chile, así como su calidad humana con la que ha transmitido los valores fundamentales de la medicina a pacientes y alumnos.
A sus palabras se sumó la directora de la Escuela de Medicina, Catherine Soto, quien relevó el hecho al considerar que se trata de una decisión justa y merecida, que además tiene una connotación especial por tratarse de la primera mujer en recibir la máxima distinción de la medicina en nuestro país.
En tanto el jefe del programa de formación en Neurología Infantil de ese plantel, Juan Francisco Cabello, primer especialista graduado de ese programa en Valparaíso y quien fue alumno de la doctora Colombo, no pudo ocultar su alegría al respecto.
Desde la ciudad de Boston, Estados Unidos, recordó con emoción a quien fuera su maestra. “No tengo palabras que puedan definirla como ella en verdad se merece. Por su calidad profesional y sobre todo, por su calidad humana. Su aporte más visible y de mayor impacto fue el haber trabajado por más de veinte años para que el ministerio de Salud implementara -en 1992- el Programa de Pesquisa Neonatal para la Fenilcetonuria y el Hipotiroidismo Congénito. Esta iniciativa ha sido una valiosa contribución para prevenir las secuelas de discapacidad intelectual que producen estas condiciones, si no son tratadas de manera precoz. En las últimas tres décadas, este programa de salud pública ha evitado que miles de niños y niñas sufran limitaciones intelectuales irreversibles”, acotó el especialista.
El doctor Cabello resaltó también el hecho de que más allá de su conocimiento o habilidades técnicas, la doctora Marta Colombo resulta ser un auténtico ejemplo por haber sabido modelar la manera de ver y atender a los niños con discapacidades, humanizando la atención médica y brindando una atención llena de respeto calidez y compasión hacia estos pacientes.
“En los tiempos actuales, ejemplos como los que ella ofrece son necesarios de ser destacados. Una mujer que con inteligencia, dedicación, pero sobre todo cariño logra transmitir los valores fundamentales de la Medicina a quienes tienen la suerte de ser educados por ella. Visibilizar su figura, conocer su historia y premiar su trayectoria, esperamos inspiren a nuevas generaciones de profesionales a seguir sus pasos”, concluyó el jefe del programa de formación en Neurología Infantil de la Escuela de Medicina de la UV.