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Electivo de medicina narrativa finaliza con clase híbrida

28 Jul 2021

 

  • Fue un momento emotivo, ya que muchos de los y las estudiantes pisaban por primera vez las aulas de la Escuela.

“…La medicina investigará, siguiendo el mismo plan, las modificaciones peculiares que dan al hombre chileno su clima, sus costumbres, sus alimentos; dictará las reglas de la higiene privada y pública; se desvelará por arrancar a las epidemias el secreto de su germinación y de su actividad devastadora; y hará, en cuanto es posible, que se difunda a los campos el conocimiento de los medios sencillos de conservar y reparar la salud”. Palabras de Andrés Bello en su discurso pronunciado en la instalación de la Universidad de Chile, el día 17 de septiembre de 1843. Palabras que hoy cobran tanto o más sentido. 

Este texto titulado “Todas las verdades se tocan” fue parte del cierre del electivo de medicina narrativa, que culminó con una clase híbrida tras cuatro meses de clases en línea, producto de la pandemia. En el curso, de un semestre de duración y organizado por el Laboratorio de Medicina Narrativa, participaron 21 estudiantes de la Escuela de Medicina, de casa central. 

La directora del laboratorio, profesora Pamela Jofré, señaló que la clase híbrida se realizó cumpliendo todos los protocolos y en ella participaron doce estudiantes en forma presencial junto a cinco docentes. Los otros alumnos trabajaron desde sus casa, quienes se conectaron y comunicaron a distancia.

“La metodología de las dos últimas clases se enfocó desde la medicina narrativa hacia el bienestar. Realizamos dinámicas de grupo, trabajos en grupos, reflexiones, lectura de poesía y se llevaron el texto del discurso de Andrés Bello, que escribió con motivo de la inauguración de la Universidad de Chile, donde se habla de la importancia y el rol de las universidades públicas”, dijo.

Comentó que se trata de un discurso plenamente vigente. “Todas las verdades se tocan, el humanismo, todas sus variantes, la literatura, la filosofía, la lingüística, la poesía se mezclan en nuestra metodología para hacer de la medicina y nuestros conocimientos científicos una validación correcta cuando las personas se enferman y necesitan de nosotros como médicos”.

La emoción de la presencialidad

Cabe mencionar que en la clase presencial participaron estudiantes que habían ingresado hace dos años a la carrera, pero no habían tenido oportunidad de conocer sus aulas, recorrer los pasillos, ni interactuar con sus profesores cara a cara. “Muchos alumnos no habían pisado nunca la Escuela de Medicina; fue muy emocionante sentir la experiencia de ellos de estar en la universidad. Se transmitió esa sensación que de a poco estamos volviendo a la normalidad”, relató la académica.