Laboratorio de Medicina UV será único en la región en realizar secuenciación genómica al Covid-19
Debido a la creciente necesidad de identificar las mutaciones de SARS-CoV-2 que circulan por el país, el Laboratorio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso implementó un plan piloto de secuenciación genómica del virus que contribuirá a la Red de Vigilancia Genómica. En este desafío confluyen los aportes del Consejo Regional y de la Universidad de Valparaíso.
Esta compra, que consta en aproximadamente 70 millones de pesos, permitirá adquirir entre 10 a 15 muestras y los reactivos necesarios para secuenciarlos, solicitadas por el Instituto de Salud Pública, las que ayudarán a comprobar la capacidad de secuenciación del laboratorio para incorporarse al plan nacional que se dedicará a esta tarea. Si bien existen múltiples laboratorios actualmente enfocados en esto, el de Medicina UV será el único en la región en cumplir con este objetivo.
En un plan de mejoramiento institucional de la UV, se adquirió hace un tiempo un secuenciador NGS (Secuenciador de Nueva Generación), maquinaria que permite secuenciar gran cantidad de segmentos de ADN de forma masiva, rápida y a menor costo. La que fue comprada por la casa de estudios actualmente se encuentra en periodo de calibración, pero una vez lista y adquiridos los reactivos, podrá iniciarse el proceso tecnológico, que duraría entre dos a tres días.
Uno de los investigadores, el académico Mario Párraga, docente de la Escuela de Medicina UV, explicó que el principal objetivo es conocer las características de las cepas que circulan por la región y el país de Covid-19, como saber qué síntomas se manifiestan en las personas según las características de los usuarios, así como identificar las regiones del virus en las que se producen mayores mutaciones.
“Saber qué variantes del virus circulan en nuestra región y en el país va a ayudar a saber epidemiológicamente como se comparta al virus. Es decir qué cepas están relacionadas con más o menos muertes y en qué grupo etario, cuál va a ser más virulenta, cual está relacionada con más síntomas o enfermedades y según qué edad”, dijo.
La investigación, que será apoyada por múltiples profesionales, consta en recepcionar las muestras, extraer el RNA del virus de ellas, y someterlas a amplificación con reactivos específicos de secuenciación para localizar las zonas puntuales donde se produce un mayor número de mutaciones. Este material se incorpora al secuenciador NGS y determinará la secuencia, nucleótido a nucleótido, del ácido nucleico de esos virus. Toda esta información se cargará a una base de datos que la procesará y evaluará bajo diversos controles para cuidar que el resultado no se encuentra intervenido por errores en el proceso de secuenciación, sino que es fidedigno y puede considerarse para el futuro.
El profesor Párraga destaca que estos estudios se realicen a nivel local, ya que aún existen condiciones que permiten una alta circulación del virus y, por tanto, un alto índice de contagios, como la apertura de las fronteras en varios países. Esto, sumado a la gran cantidad de casos nuevos diarios, genera el escenario ideal para que el virus mute e incluso, se adapte para generar mayor resistencia.
“Independiente de la movilidad de personas, el virus, cuanto más circule entre las personas, más probabilidades tiene de generar variantes que se vayan adaptando a mayor virulencia. Por eso, a pesar de las vacunas, debemos mantener las medidas de cuidado y evitar los contagios”, agregó.
El académico sostiene que estas investigaciones tienen una perspectiva en el largo plazo, ya que podrá predecir las características del virus en caso de un rebrote, para asociarlo a alguna variante ya estudiada.
“El foco objetivo es identificar las variantes del virus que circulen en Chile que eso permita después, en cualquier rebrote, asociarlo rápidamente a una variante, independientemente que haya que secuenciar si se produce ese rebrote. Esto es una técnica que debe mantenerse en el tiempo mientras estemos en pandemia”, advirtió.
Una vez concluido el Plan Piloto, el laboratorio podrá integrarse a la Red de Vigilancia Genómica para comenzar una secuenciación del virus con hasta 500 muestras semanales, lo que también requerirá un esfuerzo interinstitucional para adquirir los reactivos, ya que cada uno bordea los 200 o 300 mil pesos.
Fuente: https://rvl.uv.cl/