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Dr. Martin Hoehmann ofreció charla para evitar daño ocular durante el eclipse

03 Dic 2020

Hace más de 2400 años que se sabe del daño que puede provocar en los ojos mirar un eclipse directamente, pero siempre es bueno recordarlo. Por ello, la última charla pública de astronomía de este año del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso, se centró en dar a conocer los efectos nocivos que podría generar la observación directa al sol sin la protección adecuada durante el desarrollo del próximo eclipse del 14 de diciembre.

El evento astronómico que tendremos la oportunidad de ver por segunda vez en menos de 17 meses en el territorio nacional, dejará una franja de oscuridad total (zona umbra) sobre las regiones de la Araucanía y parte de los Ríos, mientras que en el resto del país se observará de manera parcial. En la Región de Valparaíso alcanzará una umbra del 78 por ciento, por lo tanto el cuidado de la vista es fundamental para no sufrir daño ocular, que podría llegar a ser, en algunos casos, irreversible.

En ese contexto, y dada la preocupación de la comunidad científica por prevenir los efectos negativos que se podrían provocar al mirar al sol sin lentes certificados, el médico Martin Hoehmann, jefe de Cátedra de Oftalmología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, ofreció la conferencia “Eclipse solar: cómo ver la luz sin quedar en la oscuridad”, la que fue transmitida y está disponible en los canales de YouTube Difusión IFA y Escuela Medicina UV.

El académico explicó cómo incide la radiación solar en nuestros ojos. “La radiacion solar puede tener distintos efectos que pueden ser nocivos en todas las estructuras del ojo, produciendo daño crónico por acumulación de energía o daño agudo. La condensación de la energía del sol puede dañar la retina, lo que se conoce como retinopatía o más específicamente, maculopatía solar”, dijo.

Los niños, niñas y jóvenes tienen mayor riesgo porque su pupila es de mayor tamaño, su cristalino es más claro y tienen menor conciencia del riesgo. Ante ello es muy importante que los niños y niñas observen el eclipse siempre bajo supervisión de un adulto.

Síntomas

Los síntomas de daño en la retina dicen relación con visión borrosa o pérdida de visión, alteración de visión de colores, escotoma o mancha central generalmente, los que se presentan en ambos ojos.

Por otro lado, el evento astronómico de este año será de mayor energía, por tanto los riesgos de daño aumentan. Esto, porque se producirá en diciembre, a las 13 horas, lo que implica que la altura del sol será de 76 grados respecto de la Tierra. Esto lleva a que la radiación atravesará la atmósfera en un trayecto más corto y llegará mayor radiación solar. Adicionalmente, en esta fecha la Tierra pasa más cerca del sol.

Prevención

Cabe destacar que no existe tratamiento para el daño retinal por lo que todo el tratamiento está basado en la prevención.

Para ello, el doctor Hoehmann recomienda una observación indirecta, es decir, donde se le da la espalda al sol y se observa a través de una cámara oscura o de la proyección de un agujero estenopeico. Si se observa el sol de manera directa, debe ser siempre con lentes especiales para el eclipse, certificados bajo norma ISO 12312-2, los que deben estar en buen estado, sin agujeros ni rayas. Si se emplea vidrio para soldar debe ser Nº14, no inferior.

Nunca se debe mirar a través de telescopio o binoculares, a excepción de aquellos instrumentos que tienen filtro solar, los que se venden en tiendas especializadas.

El único momento seguro para mirar el sol es cuando se produce el eclipse total, lo cual no será observable en la Quinta Región, sino en la Araucanía, específicamente en Villarrica. La observación directa durante el eclipse total, en la zona lacustre, no debe superar los 2 minutos.

Covid-19

Este año se suma un nuevo factor de riesgo al eclipse por el Covid-19. Ante el contexto de pandemia, las recomendaciones también aplican para la observación del eclipse, por lo que se debe evitar aglomeraciones, mantener la distancia física, higiene de manos, uso de mascarilla y no compartir lentes, a excepción del núcleo familiar, esto es, las personas con quienes se vive.