Conocer de primera fuente las distintas iniciativas comunitarias que han emergido en tiempos de pandemia fue el objetivo del conversatorio organizado por el bloque curricular Salud y Sociedad II de la Escuela de Medicina sede Reñaca.
Para ello, la coordinadora de la asignatura, profesora Katherine Cuevas, invitó a agentes comunitarios de Viña del Mar y Valparaíso, Marlene Orrego, secretaria del Consejo Local de Salud – Mesa Territorial Barón; Francisco Rojo, agente comunitario del Cecosf Achupallas y presidente del Centro Cultural y colectivo teatral la Mandrágora; y Nancy Aguilera, presidenta de la Unión Comunal de Consejo Locales de Salud de Viña del Mar.
La profesora explicó que el bloque curricular tiene componentes de trabajo comunitario importantes, por lo que el encuentro con líderes comunitarios implica un gran aprendizaje para los estudiantes. La profesora de la Escuela de Medicina, Astrid Arévalo, ofició de moderadora del conversatorio.
Como introducción señaló que las experiencias de los líderes comunitarios ayudan a aprender de procesos participativos que ocurren con o sin la participación externa. Las comunidades gestionan sus procesos, dan respuesta a las precariedades laborales y atienden de manera colaborativa, no exenta de conflicto.
La primera en dar cuenta cómo han enfrentado la pandemia fue Marlene Orrego, de Cerro Barón, quien explicó que han trabajado con distintas organizaciones. “El abandono de las comunidades es tremendo. No obstante, Cerro Barón tiene historia del cooperativismo, ya que con el tiempo fuimos perdiendo espacios y calidad de vida ante los incendios de viviendas y construcción de edificios, instalación de antenas telefónicas, contaminación. Por eso, hace tiempo comenzamos a articularnos como vecinos y surgió la necesidad de vincularnos con Cesfam Barón, recuperar espacio de la ex comisaría y nació la Mesa Territorial de Salud que convoca a distintas organizaciones. Por ello, se nos hizo imprescindible reactivar el Consejo Local de Salud y elegir una nueva directiva”, relató.
Primeras tareas
Dentro de las primeras tareas a las que se abocaron por la pandemia destacó la confección de mascarillas, campañas de sanitización, recolección de alimentos para vecinos que viven solos y adultos mayores, ayuda a ollas comunas y, más tarde, gestionar una casa de acogida para mujeres en situación de violencia intrafamiliar.
“Nuestra alianza estratégica con el Cesfam Barón nos ha permitido valorar la salud comunitaria, ya que vivir en comunidad nos da salud. Ese es nuestro lema, sin memoria no hay salud”, dijo.
El modelo de confinamiento comunitario de la Alcaldía de Valparaíso tratando de llevar la municipalidad a los cerros ha permitido el funcionamiento de las ferias territoriales, y como agrupación están trabajando con monitores del Cesfam para entrega de medicamentos y leche a los vecinos que están más lejos.
La salud es todo
Por su parte, Francisco Rojo, agente comunitario del Cecosf Achupallas y presidente del Centro Cultural La Mandrágora, dijo que han actuado como puente comunitario generando instancias de promoción de la salud desde un punto de vista más holístico. Transformaron el comedor en olla común lunes, miércoles y viernes donde la gente va a buscar su comida y reparten a los vecinos. Han establecido un centro de acopio gracias al cual han podido entregar canastas.
Dijo que hay un abandono del Estado y del municipio, por lo que los vecinos acuden al Centro Cultural Mandrágora para resolver sus necesidades. Así, han armado semillero de autocultivo, abierto espacios de trueque e intercambio y generado conversatorios en torno a la salud mental.
“Somos parte de un movimiento Viña de los cerros que tiene organizaciones y movimiento, resolvemos sobre la marcha, articulamos en base al tiempo. Como dirigentes nos hacemos responsables y podemos aportar en el desarrollo de nuestra comunidad”, señaló.
Y agregó que quieren contar con una amasandería y seguirán trabajando por las comunidades y su salud. “La salud es todo, es tener derecho a una buena educación, una vivienda, vivir libre de contaminación, encontrarnos con nuestro ser interno, y con la cultura. Nuestro sistema inmune se hace más fuerte si trabajamos en forma positiva por nuestra comunidad”, expresó.
Redes e información
Nancy Aguilera, presidenta de la Unión Comunal de Consejo Locales de Salud y dirigente del Cecosf de Santa Julia dijo que como miembros de salud han adoptado un rol informativo con los vecinos.
“La comunidad no ha estado bien, hay personas contagiadas y me llamaban a mí como consejo de salud porque la seremi se demoraba en llegar. La APS tiene un rol muy importante ahora y en base a eso nos hemos organizado a través de teléfono con los vecinos. Informamos de los cambios, pusimos letreros para que la gente se comunique con miembros del consejo de salud para informarlos”, dijo.
Además, han hecho campañas para ir con ayuda, porque las cajas no llegaron a unas calles donde había familias más vulnerables. Se reunieron con los gremios de la atención primaria, planificaron, les pidieron apoyo y a su vez los gremios les solicitaron localizar las ollas comunes, a las que los médicos de APS les mandaron aporte en dinero.
“Llevamos nueve años organizados, tenemos muy buena relación con la Escuela de Medicina, hemos ido a la universidad a capacitarnos y queremos seguir capacitándonos para tener más conocimientos cómo se gestiona la salud pública como se gasta. La salud en este país debe ser digna, oportuna y universal, igual para todos. Eso quedó abierto con el estallido social. Debemos organizarnos mejor para exigir derecho a la salud y no acceso como dice la Constitución”, dijo.
Marlene Orrego pidió a los estudiantes que participen en sus comunidades, porque la salud se hace en los territorios, especialmente en la atención primaria de salud que tiene como función preventiva promocional. “Desde el minuto uno, deberían generar instancias de vinculación y a las universidades, trabajar en un curriculum más humanista y no tan mercantilizado. Junto con ello hizo un llamado a las juntas de vecinos a empoderarse más.