Académicas de Campus San Felipe conmemoraron Día de la Mujer con mujeres privadas de libertad del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes
En el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, un grupo de académicas de la Universidad de Valparaíso del Campus San Felipe, en colaboración con la Corporación de Derechos Humanos Aconcagua, ofrecieron un espacio de diálogo para las mujeres privadas de libertad que cohabitan el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes.
La profesora de la Escuela de Medicina que organizó el encuentro, Daisy Iturrieta, explicó que la actividad, denominada "Círculos de Conversación, juntas construimos el país que soñamos", buscaba generar un espacio de diálogo, debate e intercambio de ideas entre las mujeres privadas de libertad y las académicas participantes, sobre diversos temas vinculantes a la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, reconociendo a estas mujeres como las más invisibilizadas y quienes representan la mayor herida del sistema.
Treinta mujeres del CCP participaron en el encuentro junto a las profesionales colaboradoras Macarena Espinosa, Natali Ahumada, Carmen Gloria Garcés, Zahira Tapia, Anamaría Silva, Roxana Galvez, Nidia Tapia, Ana María Julio, Constanza Caniguante, Lorena Chamorro, Nadia Acevedo y Lady Aguilera, quienes actuaron como facilitadoras de la dinámica de expresión.
Las participantes se dividieron en cinco grupos para estimular la reflexión personal y colectiva y ser escuchadas, pudiendo expresarse libremente en temas como género y diversidades, derechos sexuales y reproductivos, rol de las mujeres en el proceso constituyente, feminismo y derechos laborales.
“Esto demarcó que ellas pudiesen hablar y ser escuchadas y en conjunto con las académicas compartir, desde las vivencias, diversos temas estructurales que demarcan el contexto de desiguladad y la realidad que hemos vivido las mujeres a lo largo de la historia”, dijo la docente coordinadora.
Agregó que se desarrollaron tres momentos importantes en el encuentro: el primero de acercamiento y vínculo donde cada una se presentó desde la emocionalidad y lo que traía al taller; un segundo momento en donde se desarrollaron los círculos de conversación; y un cierre que hicieron a través de un plenario con todas las mujeres , en donde la consigna de expresión fue a través de la pregunta ¿Qué me llevo del taller?.
“¿Por qué pensamos en las mujeres privadas de libertad cuando se llamaba a una huelga nacional feminista? Creo que hay dos tópicos relevantes que se consideraron: hay una frase emblemática de la hermana Nelly Hidalgo donde señala que en “Chile se encarcela la pobreza” y esa es una frase no sólo simbólica, pues detrás de ella están todos los datos duros de la determinación social que delimitan las condiciones de vida y salud de las mujeres privadas de libertad, y que marcan la ruta de vida tan desigual existente en nuestro país. Y, en segundo lugar, el estar allí implicaba poner en valor público las distintas voces, opiniones, relatos y existencia de diversidad de mujeres, que de manera silenciada conviven con un modelo que fractura y vulnera los derechos humanos”, dijo la académica Daisy Iturrieta.
La socióloga, magíster en Salud Pública y doctora en Ciencias de la Salud Colectiva, expresó que “es importante relevar los desafíos que nos deja esta experiencia, uno de ellos es que la Universidad como Institución Pública se disponga a fortalecer la cárcel como un espacio formativo, colocando en valor la educación como herramienta crucial para los procesos de retorno, rehabilitación y reinserción social”.
Asimismo, es relevante poder acompañar desde el mundo académico la entrega de algunas estrategias que permitan empoderar a las mujeres y de esta manera apoyarles en potenciar el vínculo materno, conocer los derechos sexuales y reproductivos, contar con información sobre derechos laborales, entre otros.
Finalmente, expresó que es necesario y urgente remirar las condiciones de vida y las políticas públicas que orientan el sistema penitenciario, las que deben ser modificadas de manera estructural para poder alcanzar la vida digna como un derecho humano para todas las personas.