Nuevo internado electivo rural con enfoque intercultural
Una tarde de atención médica rural, una visita a la ruca de Santa María con la Machi, visitas domiciliarias, trabajo de gestión con enfoque en territorio o la realización de un taller con agentes comunitarios de salud, son algunas de las actividades que contempla el Internado Electivo Rural con Enfoque Intercultural de Medicina Campus San Felipe.
El nuevo programa comenzó este verano como una opción para la etapa práctica final de los estudiantes de ambas sedes de la Escuela de Medicina. Este consiste en un curso de cuatro semanas de duración, con una dedicación exclusiva de 40 horas semanales y está destinado a alumnos de último año de la carrera de medicina.
El internado práctico está orientado a que los alumnos se integren al contexto de ruralidad, para conocer las condiciones de vida y características del proceso salud-enfermedad-atención de las personas que habitan dichos territorios.
"El marco orientador se basa en los enfoques que el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar y Comunitaria ha incorporado para su hacer, poniendo en valor el enfoque de derechos, determinantes sociales, género, participación social e interculturalidad. El internado hace especial énfasis en el reconocimiento de la existencia de distintos saberes, creencias, costumbres e historias sociogeográficas, las que determinan las formas de entender y cuidar la salud, por lo que conocerlas aportará a que los futuros médicos propicien el derecho a una atención con pertinencia cultural y más inclusiva", explicó la coordinadora del internado, profesora Daisy Iturrieta.
"Desde ese marco -precisó- el internado favorece la participación del estudiante en acciones de promoción, prevención, recuperación, rehabilitación e integración socio-comunitaria, propiciando la relación con los distintos profesionales, agentes de salud y organizaciones comunitarias, fomentando de esta manera el desarrollo de habilidades comunicativas, de liderazgo, trabajo en equipo y compromiso social, así como también el reconocimiento de la interculturalidad y diversidad cultural como un enfoque a desarrollar desde su práctica médica".
Las actividades se realizan en la Red de Atención Primaria de Salud del Valle de Aconcagua, Centros de Salud Familiar (CESFAM) de Catemu y Putaendo, Centros Comunitarios de Salud Familiar (CECOSF), Estaciones médico rurales (EMR), en las dependencias de atención del Programa Especial de Pueblos Indígenas (Ruca de Santa María) y en terreno.
Natalia Carvajal, interna de séptimo año de Casa Central, es una de los tres estudiantes que decidió cursar el electivo en la primera rotación, de un total de 30 alumnos que lo harán este año. “Opté por este internado porque me da la oportunidad de salir de Valparaíso y descubrir otros lugares y personas”, comentó.
Ya en las primeras semanas conoció Catemu, Llay Llay, Putaendo, Santa María y Calle Larga. “Además, permite desconectarme de la universidad, porque me saca del ambiente tradicional hospitalario”, señaló.
Destacó como lo más novedoso e interesante el acento en la interculturalidad y cosmovisión de los pueblos originarios. “Se genera esa cercanía a otras culturas, ayuda a comprender, conocer y empatizar desde otra perspectiva a diaguitas, pehuenches, aymaras y otras comunidades de nuestro país”.
“Ha sido una muy bonita experiencia porque vemos pacientes -siempre supervisados por la tutora, doctora Katherine Torres (ex alumna de Medicina UV Campus San Felipe), y ha permitido que nos conozcamos entre nosotros, los internos de ambas sedes”, agregó.
Para Cristi Silva, directora (s) de Cesfam Eduardo Raggio, de Catemu, este internado significa una oportunidad de crecimiento y la posibilidad de incorporar a profesionales próximos a egresar no sólo en el proceso clínico, sino de gestión y planificación en el territorio. “Cuando incorporas gente nueva permite tener una mirada diferente y lo hace más humano”, comentó.
Desde lo personal, sus expectativas son que los internos se enamoren de la atención primaria y la entiendan con un enfoque territorial de determinantes sociales. “Espero que no olviden a la gente que vive en el campo que es tan distinta, pero con tantos recursos, que valoren el recurso humano que hay en la comunidad y lo puedan incorporar luego en su quehacer. Y así, en un futuro podamos tener médicos chilenos que quieran trabajar en la atención primaria”.